jueves, 29 de julio de 2010

Bicicletas y Panoramix, bonita infancia la nuestra

De todos los festivales del mundo tuviste que venir tú aquí, a mi pueblo.

Es lo que estaba diciéndole al festival Arenal Sound justo cuando me he despertado. El festival en el sueño era una mujer gorda de unos 60 años, yo era yo, con chaqueta blanca, pajarita y pantalón de pinzas negro, pero yo al fin y al cabo. Y mis palabras eran sentidas y casi trágicas. Luego me he despertado y me he sentido algo idiota cuando he notado que la desazón continuaba incrustada en mi cuerpo como una espina de anchoa queda en nuestra garganta durante un par de horas. Y ha seguido ahí mientras me iba a trabajar. Sólo los Triángulo de Amor Bizarro lo podían hacer soportable.



(C siempre me dice que por qué tengo que salir con cara de imbécil en todas las fotos, y yo no lo sé, pero es así)

Para una vez que sueño con ser Humphrey Bogart, Ilsa me sale rana, pensaba mientras entraba en el banco. Y en realidad debería pensar que dos frases tan parecidas nunca deberían tener significados tan distintos, ni mucho menos interlocutores alternativos. Pero es lo que hay, y ésa es la música que esta sonando a escasos metros de mi casa, y fumo mucho y bebo bastante, pero Humphrey está muerto y nunca nadie me ha confundido con él, ni aún cuando en una fiesta de disfraces me vestí como él en El Halcón Maltés y vinieron hasta 5 gilipollas a decirme que no estaba mal el disfraz de Colombo. Yo les respondí que se fueran a tomar por el culo y ellos se rieron y luego me pidieron que se lo dijera pero con la voz afónica. Y lo peor de todo es que lo hice. Siempre he tomado el camino equivocado para hacer amigos, y aún así me quedan.





(tal vez olvidé el sombrero, eso sería)

Hablando de amigos, me ha llamado luego Giorgio. Él en verdad se llama Jorge pero se hace llamar así porque le fascina el estilo italiano. Palabras de él claro. Al escuchar estilo italiano a mí se me viene a la mente un elegante italo-americano con al menos 10 cadáveres a sus espaldas o un tipo increíblemente guapo jugando con los azzurri, pero a él lo ves y parece un chapero de 200 euros la noche, podría ser peor, podría ser de 10, que los hay. Un día se lo dije, pareces un chapero bastante caro, y él sonrió y dijo: ¿a que sí? Y entonces yo me quedé sin respuesta, y nunca más me volví a meter con su aspecto.

El caso es que me contaba que la otra noche pinchó Vitalic en el festival (único punto de anclaje del evento, una pena no haber ido, un monstruo, entrad al vídeo, no os arrepentiréis) y que lo vio desde el balcón de su casa que queda enfrente del escenario principal. Me contaba que la parecía que tenía los putos baffles en su comedor y que lo había flipado, que aunque al día siguiente trabajaba llamó al Cobra (un camello de honor y corte justo) y que se pilló un par de Nexus-6 y arrambló con la colección de cervezas que siempre impera en su nevera. Qué fiesta me he montado, colega, ¡yo sólo!, me ha gritado por el teléfono.

El Nexus-6 son unos éxtasis triposos que están haciendo furor, generalmente entre gente de más de 30 años. La sombra de la melancolía de esta generación ante los desaparecidos tripis es demasiado alargada. Al menos en mi pueblo desaparecieron hace unos 10 años cuando 5 ó 6 de los máximos exponentes de la noche de este lugar se quedaron zumbados después de una noche de ácido. La cosa se magnificó y le echaron la culpa a la droga. Siempre condenamos al más débil o, en todo caso, al que no puede replicar. La verdad es que estos tíos que se quedaron lereles le daban al ácido día sí y día también pero circuló entonces la teoría de que si te tocaba el tripi que quedaba justo donde caía la gota gorda te quedabas loco. Y así fue como la gente comenzó a cogerles miedo y claro, acabaron por desaparecer. Capitalismo feroz.


(¿por qué se molestaban en hacerlos tan divertidos si su gracia estribaba en cuando los hacías desaparecer? ¿por aquello de que la comida entra por la vista?)


La verdad es que ves a estos tíos y están como chotas. Recuerdo lo que se contaba del primero de ellos, al parecer despertó a su madre a las 5 de la mañana para decirle que había aceite hirviendo en la cocina, su madre, medio adormilada le dijo que no podía ser, que había apagado el fuego y que no recordaba haber dejado ninguna sartén, él respondió escandalizado que no era aceite de oliva, que era de motor y que estaba en el suelo, que todo el suelo de la cocina era un charco negro de aceite hirviendo. Nunca se habló de lo que pensaría su madre en dicho momento, nunca nadie tomó una fotografía de su cara. Algo importante que se perderá para siempre.

Por cierto, siempre me he preguntado cómo trascienden estas historias, porque no me imagino a esta mujer contándoselo a nadie, ni mucho menos a él, que a duras penas lo recordaría dos horas después. Tampoco quiero pensar que nadie se las inventa, porque puestos a darle a la imaginación las hay más gordas que contar. Son cosas que me sobrepasan y a pesar de ello, o por eso mismo, me gusta pensar en ellas.

Le he dicho a Giorgio que no vuelva a hacerlo, que en una de ésas se piensa que puede volar (el Nexus-6 es muy poderoso, y más por duplicado) y al día siguiente todo el mundo se piensa que se ha suicidado. Él me ha respondido que no lo había pensado, que eso sería una gran putada y un gran disgusto para sus padres, un hijo suicida casi nada. He estado a punto de añadir que un hijo muerto, aún peor, pero dudo que lo hubiera entendido.

Sé que si todavía quedaran tripis por aquí Giorgio sería el siguiente en encontrar la gota gorda, el próximo Calonge*, y a ratos me apena y a ratos me da alegría, no sé explicar el porqué de ninguna de las dos sensaciones pero, bien mirado, ya hay pocas cosas que nos remueven los sentimientos bien adentro como para ir a estropearlas al ponerlas en palabras, ¿no creéis?


Pd. Mientras escribía esto me ha llamado Mateo, me ha dicho que ha conseguido un par de entradas para el festival, le he dicho que me lo pensaré, pero bueno, hay mil excusas para estar en un lugar en el que no quieres ser visto ni en pintura, mil excusas tan malas como cualquier otras, pero que te permiten hacer todo eso que creías que tus principios no te dejarían hacer.

Pd2: Prepárate Miguel Bosé, allá vamos!

Pd3: desde esta mañana, circulando por mi cabeza: es como un río de agua viva, río de agua viva, es como un río de agua viva, río de agua viva....




*Calonge es el más famoso tarado vía ácido de aquí, el Calonge es a la demencia psicotrópica indefinida como la Nocilla a la crema de cacao

lunes, 19 de julio de 2010

¿Y si por una vez la razón está de mi parte?


Acabo de venir de Mercadona, no he comprado nada demasiado interesante, a saber: patatas, yogurt azucarado Light, agua, papas sin sal, alitas de pollo, desodorante, lejía y papel higiénico.

            Lo extraño es que estaba medio vacío, he pensado que era el calor y las vacaciones, pero media hora antes he estado en la playa y también estaba vacía. Antes de entrar he visto 3 cucarachas muertas separadas entre ellas por diez metros de distancia. Creo que todo ello son pruebas irrefutables de que el fin del mundo si bien no cerca, no anda demasiado lejos. Pero nadie se da cuenta, C tampoco, no le he dicho nada porque no quiero asustarla, pero ya hace un tiempo que vengo pensando que algo extraño ocurre. Todo empezó con los coches con un faro roto o a medio funcionar. No es uno, ni dos, en una carretera de 5 kilómetros, al menos te encuentras con 4 de ellos. Puede parecer poco, pero en una de 100, ya serían 80 los coches con un solo faro, y no, algo así no es normal. Y no sólo fue eso, también están los adolescentes con mechas y música en el móvil sin auriculares, y Rita Barberá, y el pulpo Paul, y Jose Mourinho y las buenas maneras en el sexo, y los matinales de la 1 de RTVE y la familia Ostos, y un vecino mío que en vez de perro tiene cerdo y más, muchísimas cosas más.



          padre




 hijo





 ¿espíritu santo?



                 No, no quiero asustar a nadie, pero todo se acaba, y no está mal que sea así, al menos ahora y en parte, porque sé entonces que no sólo moriré enamorado sino que lo haré habiendo alguien enamorado de mí, el alguien único, de poder. Y no sólo eso, también dejaré a la Real en primera y siendo campeones del mundo, y sabiendo que Los Planetas se fueron sin entregar un disco por debajo del 8.5, ni Nacho, ni Micah. Y que los que de verdad importan, importaron hasta el final porque no es tanto ya la buena compañía como saber que no elegiste mal. Cuestión de orgullo supongo.

            Sí, se acaba el mundo y lo veo tan claro que cuando vine a contar un hecho aislado que me ocurrió en Mercadona me salió el Apocalipsis.

            Antes el Apocalipsis sólo podía existir en la misma frase donde saliese la palabra amor. Eran joven, aunque tampoco diría inocente, y hasta escribía poemas horribles, fatales, con rima consonante en los versos pares.

            Ahora el Apocalipsis es un bosque en llamas y grietas en la carretera, nieve en las playas y medusas muertas, gente desmembrada y quizá, con un poco de suerte, mi mano en la tuya cuando todo reviente. Ni siquiera hará falta que el resto de nuestros cuerpos esté cerca. Sigo siendo bastante joven, y me esfuerzo en ser inocente del todo. No escribo poemas, pero sí cuentos de amor, de amor del de verdad, por muy mal que me salgan.

            Lo llaman experiencia. Yo lo llamo alegría de vivir. Con dignidad. Con el dejadme en paz por bandera. 



pd. otro dato, en Mercadona, hace al menos 5 meses que no hay ninguna empleada embarazada. Definitivamente, es el final.

lunes, 12 de julio de 2010

Cefalópodos (Rita, gordo cabrón, irás al paredón)

Vivimos en un mundo extraño, un planeta donde un pulpo es capaz de adivinar cosas que alguien estaba dispuesto a pagar no hace mucho 5 a 1 en caso de suceder. Un mundo donde Rita Macletá tiene poder para derribar media ciudad a su antojo sin que nadie le tosa y nos parece bien pagar más de la mitad de nuestro sueldo para tener algo que en realidad no será nunca nuestro y, quién sabe si antes de acabar de pagar no venga un trasunto de Rita (si es que Rita no es ya un trasunto de sí misma) y lo vaya a dinamitar.






(aquí en las fotos, dos cefalópodos y un buen tipo, ¿jugamos a quién es quién? Una pista, el tipo honrado tiene 8 patas)


En medio de todo esto hay tiempo para creer en la felicidad infinita porque después de dos horas un tipo blanco como la nieve mete una pelota deforme dentro de una portería, y salimos a la calle, y hacemos sonar los cláxons y bebemos todo lo que podemos, porque no nos vamos a engañar, cuando todo es gris (y no hablo de la crisis, me refiero a desde Cromagnon hasta el hombre del más allá), es fácil encontrar algo que celebrar. Yo por mi parte me quedé en casa, odiando a un grupo de niñas que debajo de mi ventana gritaron durante más de media hora: anda, anda, anda, a tomar por culo Holanda. Media hora ininterrumpida. Desde éste blog, proponemos dicha estrofa como digno estribillo del himno sin letra de este estado en el que vivimos.



Que me quedara en casa no significa que no creyera en esa felicidad infinita, ni que no crea en que cualquier evento es bueno para tomar unas copas de más, y que el gol del tipo blanco como la nieve es una excusa perfecta para tomarse aquello que todos sabemos más blanco que la nieve, y más amargo (esto para los demás, claro) y por qué no, para ponerse enfermo una mañana de lunes y que no te despidan por ello.

Laborare Stanca decía Pavese, y él era un genio capaz de todo lo que quisiera, pero jamás estuvo tan certero como en el momento que dibujó esa frase en su cabeza. A veces nos labramos una carrera infinita cuando en 10 segundos habríamos tenido tiempo para pasar a la posteridad.



Sé que no viene a cuento, pero mi libro italiano favorito no es de Pavese, sino de Italo Calvino, se llama Si una noche de invierno un viajero y es una novela extraña que crea ansiedad y que por ello podrías llegar a odiarla pero que al terminarla uno sólo puede pensar: ojalá se me hubiera ocurrido a mí eso. Evidentemente no se me ocurrió nunca, de ahí que tan sólo haya vendido 200 ejemplares de mi libro, eso sí, cada comprador buenos lectores y mejores personas. Uno de ellos es quien me regaló este libro, me puse rojo con un tomate, no en vano, esos 10 segundos fueron los únicos en los que me crucé con esa persona. Diez segundos, otra vez, para pasar a la posteridad.



A veces me gustaría llevar una línea sólida en lo que cuento y no ir de párrafo en párrafo como quién se despeña por un barranco como un John Locke cualquiera, o mejor dicho el humo negro o, por qué no, Rita Macletá.

Y para qué seguir, desde aquí dar las gracias a Fermín, aquel hombre bueno que provocó que en Pamplona se celebraran unas fiestas descomunales. También a la gente que me acompañó en aquel viaje de hace tan sólo 4 días pero muchas noches. Y claro, a C, porque sin ella, no habría habido una despedida de soltero, y bueno, ésas son las cosas que al final importan, ¿no?


Desde aquí se despide Alfonso, ése al que llamaron Iniesta porque su piel era tan pálida y fría como un polo de Horchata.


pd. si no fuera porque los títulos tienen que vender escándalo y fruición, esta entrada se hubiera llamado Si una noche de Verano un hombre pálido

lunes, 5 de julio de 2010

Los chinos cuando llaman a la puerta siempre dicen EL Chino, los demás no.


El viernes Mateo se presentó en mi casa, no hablaba con él desde que su novia le dejó, hará como dos semanas. Él sabía que no iba a cogerle el teléfono porque ya lo había intentado cinco veces en los últimos 3 días y las cinco me quedé mirando su nombre y dudando sobre qué hacer, luchando entre el deber y el querer, y yo, como hombre apasionado que soy escogí lo más bohemio.

            El caso es que el viernes llamó al timbre y yo creía que era el chino del reparto a domicilio y le abrí sin responder y cuando abrí la puerta de arriba allí estaba él, con el pelo engominado y su camiseta ajustada, la que nunca falla. La tenía casi diez años pero hacía unos cuantos que no se la ponía. Con él enfrente de mí, yo en pijama de verano y él vestido para matar, intenté pensar alguna excusa aun sabiendo que ninguna valdría, y entonces le dejé entrar.

            Cenamos chino, claro, le invité yo después de negarle varias veces la posibilidad de pagar a escote. Estuve todo el rato esperando a que se derrumbara y se echara a llorar. La frase que más repitió fue: “hoy no quiero hablar de Elsa”, Elsa es, era, su chica y la dijo todas las veces después de hablar de ella sin que yo se lo pidiera ni tan siquiera sacara el tema.

            Luego salimos, los dos solos, hacía tiempo que no lo hacíamos. Burriana es una mierda y nos tuvimos que emborrachar mucho para pasarlo bien. C estaba fuera este fin de semana así que le dije que se podía quedar a dormir. No es que estando ella no se pudiera quedar, pero no estando me era casi imposible negarme después de que me lo pidiera.

            Al llegar a casa se preparó tres rayas, había estado toda la noche dándole, a mí no me importó para nada. La verdad es que su aspecto era lamentable, y así se lo hicieron saber al menos dos chicas durante la noche. Él después de los rechazos evidentes vino hasta a mí y me dijo que para nada estaba intentando nada con ellas, que si tenía alguna esperanza de volver con Elsa, ésta pasaba por no hacer nada con nadie. Yo le dije que debería cuidarse de ir enfarlopado por el pueblo que luego la gente habla y eso a ella no le gusta nada de nada. Él me respondió que no se había metido nada, que estaba limpio desde que empezó a salir con Elsa. Evité recordarle nada cuando al llegar a casa sin previo avisó sacó lo que calculo que serían dos gramos de una bolsa que habrían llegado a ser al menos 3, y puso tres rayas. Me preguntó si quería, tuve tentación de decir sí para ver cuál era el posible reparto que tenía pensado. Pero el precio era demasiado grande así que se metió las tres él solo. Él siempre tuvo mucho tesón para las cosas en las que creía.



            Debí haberme ido a dormir en aquel momento, pero nos abrimos dos Heinekens y entonces ya no hubo dios que lo parara. No recuerdo demasiado bien la conversación, o el monólogo, pero creo recordar estas frases con bastante seguridad:

            “no es que me haya dejado, simplemente hace como si no me conociera, la llamo, responde al teléfono y me dice que no conoce a ningún Mateo, si la veo por la calle lo mismo, pero es que no sólo ella, sus amigos también, y su madre, y hasta el otro día su perro, mientras le pedía explicaciones a ella, me meó la pierna confundiéndome con un árbol o vete tú a saber”

            “algo gordo le habré hecho, pero no sé qué puede ser y si fuera algo muy gordo lo sabría, así que esto es de locos”

            “estoy muy mal he llegado a pensar en matarme, pero luego caigo en la cuenta que lo que me empuja a pensarlo no es el abandonar la vida si no más bien ver la cara que se le quedaría, y claro, después de muerto es complicado”

            “sólo le he metido los cuernos dos veces, la primera de ellas ni siquiera llegué a follar, sólo unos cuantos besos y una mamada que fue imposible de terminar porque iba hasta las cejas, y la segunda fue hace ya 3 años, ¿puede que se haya enterado ahora? Pero no sé, me parece que tres años son mucho tiempo, ¿no prescribe eso?”

            “su padre nunca me ha soportado, le habrá comido la cabeza, es todo cosa de él, estoy seguro, maldito viejo hijo de puta”

            “la noche antes me tiré un pedo en la cama, no era el primer pedo en su presencia, evidentemente, pero sí estando tan cerca y encerrados bajo las sábanas, pero ni siquiera estábamos follando y hasta me di la vuelta para tirármelo contradirección suya”

            “yo aún la quiero”

            “creo que se está follando a otro, estoy convencido, los candidatos son tres: su primo el de Vitoria, ella se esfuerza mucho siempre en recordar que es primo lejano, un día le comenté que no hacía falta que cada vez lo apostillara y se puso roja como un pimiento. El segundo Fabián, su compañero de trabajo, tiene 15 años más que ella y recuerdo que una vez borrachos le pregunté cuál era su sueño erótico no cumplido y me dijo que hacerlo con un hombre mayor, no necesariamente guapo, puede que incluso bastante feo, luego de eso terminó la conversación y nos dormimos y al día siguiente estuvo evitando mi mirada y no me dirigió la palabra. Y el tercero Ramiro sólo hay que ver cómo la mira y como la había mirado siempre, cuando empezamos a salir me dejó de hablar durante casi 5 meses, no de forma evidente, pero me evitaba todo lo que podía.”

            Y como éstas, muchas más que ahora no recuerdo o no os quiero poner en el compromiso de saber. Cuando dejó la bolsita de cocaína por debajo de la mitad aproveché un momento de silencio para decirle que me iba a dormir y así lo hice. Él se quedó viendo el Teletienda, le dije dónde podía dormir y me encerré en mi habitación.

            A la mañana siguiente me levanté y fui hasta la cocina para beber agua, tenía la boca pastosa pero por el resto me encontraba bien, nunca he tenido resaca bebiera lo que bebiera, en cantidad y calidad. Bebí directo de la botella y justo cuando iba a cerrarla apareció Alicia, completamente desnuda. Alicia es Alicia, y merecería un post o un blog entero, para contar todo lo que puede se contable de ella. Yo siempre pensé que estaban liados durante este tiempo. Mateo me lo negó todas las veces que le insinué algo, me lo negó hasta casi echarse a llorar y yo le creí a la fuerza.

            -¿Qué haces tú aquí? –me preguntó.

            -Vivo aquí, ¿y tú?

            -Yo… -roja, la cara a punto de estallarle.

            -Déjalo, no importa, hace bastante calor pero cuidado no te dé una corriente de aire –y entonces hizo un amago de taparse su exagerado cuerpo con sus pequeñas manos –bueno, hasta luego.

            -Hasta luego –dijo ella y antes de cerrar la nevera cogió un bote de nata dulce.

            Cuando pasé por delante de la puerta de la habitación de invitados pude ver a Mateo tirado en la cama, desnudo y con una erección casi violenta, de hecho entre la oscuridad, sólo se atisbaba el brillo mortecino de la punta de su pene. La situación me hizo gracia.

            Ya en mi cuarto me puse la tele, El Encantador de Perros se las tenía que ver con un Golden Retriever que se subía a la cama de sus dueños cada vez que iban a follar. Pensé que estaría bien que yo hiciera lo mismo con Mateo y Alicia, pero decidí que estaba fuera de lugar. Así que tan sólo me inmiscuí en sus quehaceres quitándole la voz al televisor.




            Eso es todo por hoy, deberíais saber que mi plato favorito es el arroz a la cubana, pero sin plátano, por favor.
           

jueves, 1 de julio de 2010

Aburrimiento, camina conmigo

Hoy ha sido un día aburrido en el banco, todos lo son, pero hoy hacía más calor de lo normal y no funcionaba el aire acondicionado y pasaba poca gente por la calle y la que pasaba parecía cansada y no era demasiado guapa y a mis amigos les ha dado por no enviar correos y entonces la mañana ha sido una mierda.



Pero entre todo ese estropicio de 7 horas, justo a las once y diez he atendido a Gloria Estruells. Ella es una anciana, tiene 83 años, es pequeña y encorvada, lo es ahora, dudo que fuera así hace 50 años, siempre la he imaginado como una mujer guapa de joven, guapa como lo eran antes y con eso es suficiente.

Tan aburrido estaba que después del habitual buenos días, buenos días, cuánto quiere, 50.000 pesetas de las de antes, me ha dado por preguntarle de dónde venía su apellido, ella ha respondido que se supone que de su padre, pero que era un hombre muy despierto y los que duermen poco aman demasiado. Luego se ha reído como alguien que se ríe de la muerte después de esquivarla por quinta vez en poco tiempo.



Siempre me sorprende la modernidad bien entendida en alguien a quien imaginamos de niño sumergido en un blanco y negro de película española de postguerra. No he podido más que reír.

Mientras le daba el dinero me ha dicho que era catalán, el apellido, pero que su padre y su abuelo ya nacieron aquí y murieron aquí, los dos por la guerra, uno de hambre y el otro por una bala en el pecho. Tenía un corazón tan grande que el asesino no necesitaba demasiada puntería para darle muerte, ha dicho, y luego se ha puesto triste, como si tuviera a su padre desangrándose en sus brazos en ese mismo momento. He hecho cálculos y Gloria tendría unos 9 años cuando lo perdió para siempre, y durante 70 más ha guardado su recuerdo con la fuerza suficiente como para poder derrumbarse con sólo mencionarlo, como para poder decir asesino con más rabia de la que yo jamás lograré albergar, para referirse al hombre que le incrustó una bala en el pecho.

No he querido preguntarle en que bando luchó, para no hacerme prejuicios y poder seguir pensando que el corazón de la gente a veces es tan grande como para hacer imposible que con tantas balas en el mundo, no haya al menos una, que vaya a tener un accidente aéreo con su pericardio.

Cuando ya casi se iba me he acordado de que ahora nos han dado órdenes de que recopilemos los NIFs de todos los clientes con el fin de escanearlos para la nueva base de datos. Gloria me ha tendido el suyo y cuando casi lo tenía en la mano lo ha retirado y me ha dicho: ése no, éste, y ha guardado el carnet nuevo y me ha dado uno viejo, de cuando ella tendría unos 40 años, es que en éste no salgo muy favorecida, ha añadido.

No debería, pero le he dicho que me parece perfecto. Porque me parecía perfecto, porque son personas así las que me están quitando la idea de no querer llegar a cierta edad que he tenido siempre. Siempre he tenido más miedo a la vejez que a la muerte, no es algo muy inteligente, lo sé, pero el 80% de las cosas que hago son estupideces y aún así, o tal vez por eso mismo, las suelo hacer con orgullo y mucho tesón.

Ella ha sonreído como una adolescente que logra por primera cruzar la mirada con el chico que siempre cree para otras sin importarle que siempre será para otras, porque esos ojos, en ese instante, siempre serán ya suyos.

Pd. Puedo asegurar que a los 40 años era una mujer preciosa.




Eso es todo por hoy, y lo es porque no ha mundial, QUÉ POCA VERGÜENZA.

Mañana vuelve, nosotros aquí seguimos, esperando