viernes, 4 de junio de 2010

Follamuertos (Deadfucker queda mejor)

Hacía tiempo que no pasaba por aquí, me da la sensación de que siempre empiezo con esto, debería actualizar más, pero para ello tengo que autoconvencerme de que aunque casi nadie comente, una multitud me lee. Todavía hay gente que piensa que el 11-M fue producto de la maldad de ETA, así que lo mío no es tan descabellado, o por lo menos igual.

Escribo desde el locutorio de la esquina de la plaza 9 de Octubre con General Prim, se me ha roto el ordenador y es el único medio que tengo. Les he dicho que sólo quería el ordenador y que no iba a hacer uso de Internet pero me han cobrado lo mismo, he pagado, qué iba a hacer.

Me he pasado media noche despierto y la otra media teniendo pesadillas. El miedo que tengo es haber perdido los casi 900 cuentos inéditos que tengo (inédito es un adjetivo de absurdidad cuando sólo te han publicado 41 y no hay vistas ni demanda de que publique ninguno más, pero yo confío, si hay gente que aún cree que…), los 2 libros infumables que escribí hace 8 años terminados y los 3 comienzos de la novela ilustrada sobre el niño con las escamas en su brazo y en su cara (hasta hace poco sólo en sus brazos pero qué se le va a hacer, suerte que mantiene piel en las piernas) que he dado en llamar, atención: Niño Pez. Por no hablar de 100 poemas, un guión para un corto y al menos 25 gags para el guión que tengo en mente para hacer un película al estilo de Supersalidos.

Obviaré la música, las películas y las series, porque en algún lugar del mundo alguien está dispuesto a que yo las robe sin ningún tipo de impunidad. Sólo me alegra perder para siempre las fotografías, muchas, las odio, me justifico diciendo que según los budistas (a veces digo los islamistas, otras los pigmeos e incluso alguna vez los copernicanos) con cada foto te roban un pedazo de alma (como si tuviéramos o si de tenerla la usáramos para algo, ¿quién no la vendería al diablo por una vida meramente carnal mejor?) cuando en realidad es que no me soporto, iba a decir en las fotos, pero tampoco en los espejos, ni en los charcos y, de un tiempo a esta parte, tampoco en los recuerdos. No es en plan qué feo soy, es en plan, tío, vete ya! deja de seguirme.

La única vez que pensé únicamente en mí para crear un personaje, me salió un tipo muy desagradable que trabajaba como vigilante nocturno en un depósito de cadáveres, tenía 40 años y era virgen y enamoradizo, y una noche se folló el fiambre de una rubia espectacular, con los ojos verdes y completamente pálida (una palidez tan extrema que no podía ser tan sólo obra de la parca), a la noche siguiente volvió a hacerlo con la misma rubia, nadie reclamaba el cadáver y tuvo un tercer día para experimentar nuevas formas y posturas. Se enamoró, porque en realidad él no era un maníaco sexual, él era alguien a quien no dejaban querer y en 40 años había acumulado tanto amor que tenía que sacarlo fuera de alguna manera y sólo los muertos se lo permitían. Era una historia muy triste y no llegué a terminarla porque luego a la cuarta noche el cadáver ya no estaba y entonces dudaba entre estas tres posibilidades:

1.Suicidio (puede que entonces alguien a la noche siguiente lo toma a él y en el
momento de que le eyaculen en la cara, nuestro héroe, yo, esboza una sonrisa después de muerto)

2. Oposita a enterrador y por las noches cava la tumba de su amada y vive un idilio eterno carne/hueso con la rubia (el pelo es de lo que más tarda en desintegrarse)

3. Qué carajo, el amor está bien pero muertos va a haber toda la vida, y entonces se lo monta con una morena, al siguiente con una china y hasta con un marinero de alta mar, con el cuerpo abotargado y la piel azul.

Algún día terminaré ese cuento, pero lo que está claro es que nunca volveré a ponerme de protagonista indiscutible.

Y en ésas estoy, esperando la llamada de Elia para que me diga si ha podido recuperar los archivos o se han perdido para siempre. Si es lo segundo, tal vez sea un buen momento para dejar la literatura y dedicarme a otra cosa, ¿por qué no la música? Al fin y al cabo, en mi móvil… no, para contaros eso aún es pronto.

Por cierto, menuda fauna aquí en el locutorio, y que nadie me hable de inmigración, aquí los hay de todos los colores, de aquí y de allí, y hay un montón de perlas por escribir. ¿Cómo ser autobiográfico cuando hay tanto extraño suelto? ¿cómo dejar la literatura si hay tantas cosas que aceleran la velocidad de las cosas?

(La Velocidad de las Cosas es uno de mis 3 libros favoritos de todos los tiempos, a él debo haber retomado el escribir cuando lo dejé durante 3 años allá a los 19 y el darme excusas para seguir haciéndolo en momentos puntuales, como los de hoy)




Eso es todo por hoy, aquí escribe aNV el que fue a Jack el Tuerto con esposa e hijos.

9 comentarios:

anina dijo...

autoconvencerse y hacer actos de fe estan de moda, aprovechate!

y a mi q m suena q ese libro se lo compro hace poco mi madre?? buscare...

Y. dijo...

ya eh? actualizas MUY POCO!

Alfonso Navarro dijo...

pues léetelo, o te flipará o pensarás que es el tostón más grande del mundo!

ye, es que comentáis muy poco,
a veces pienso que ni me leéis

snif snif (de llorar no de farlopear)

rubia que no muerta dijo...

y cuando comentamos. no obtenemos respuesta...

snif snif (de resfriao')

:)

Z dijo...

pues a mí lo que más me ha jodido de mi disco duro muerto es perder las fotos, fíjate...

lola, sólo lola dijo...

Querido Alfonso, veo que sigues en tu línea...
Siempre en la frontera de la verdad y la mentira, en lo oscuro pero ... necesitando un rayito de luz.
"Follando" virtualmente (no me aventuro en intimidades reales) y "jodido" por la imperfecta tecnología informatica (porque no te quepa duda la culpa siempre es de ELLA no de nosotros, los sufridos usuarios...)
Tal vez los HADOS, las MUSAS, o QUIÉN SEA te ha enviado un aviso, una señal.
Tú tranquilo!!! La paciencia es una virtud. Volver a empezar (Beguin to Beguin) o renovarte. Elijas lo que elijas siempre triunfarás y siempre tendrás tu público incondicional.
Eres un excelente vendedor de tus historias, y éstas tienen un sello especial y distinto. El tuyo.
Tu estilo es D.O. de Alfonso Navarro, un escritor inquieto, atormentado, apasionado, con esperanzas,con mucho que decir y compatir.
Sigue, sigue y sigue.
Suerte y un abrazo muy gordo.

anina dijo...

MUY POCO

Alfonso Navarro dijo...

y qué se responde a cuando te dicen que no respondes?


ahí está, z, tiene que habe de todo para que no nos quedemos sin motivos de estar jodidos. de eso se trata.

lola, jo, cuánto echba de menos uno de tus posts!, debería tener una minilola aqui de Famosa o algo así y en las hroas bajas darle a un botón y que me dijera cosas de esas jajaj. muchísimas gracias!

anina, muy poco qué?

Y. dijo...

jajajaajajaj

snif snif...yo te leo..pero a veces No comento!

:P