lunes, 25 de octubre de 2010

Friend in a Coma

Giorgio está en el hospital. Vengo de allí ahora. He corrido como nunca con el coche para que nada de lo que tengo pensado poner aquí se me olvide. También para dejar lejos ese olor a desinfectado que tienen todos los hospitales. Ese olor a casimuerto. O a esperanza, que viene a ser lo mismo. La esperanza es el peor sentimiento del mundo porque sólo se tiene de verdad cuando las cosas van rematadamente mal.

El sábado entró en una especie de sueño profundo que su madre se niega a llamar coma. También me ha dicho que no sabe qué es lo que le pasa pero que es algo que le pasa a mucha gente. Es algo súbito, ha dicho al final. Y yo le he respondido que lo siento mucho.

            Ella no tiene ni idea lo acertado de su comentario, porque si algo es Giorgio (que es muchas cosas) es súbito. Él es el artista de lo inesperado y ahora está en una cama de hospital. Con habitación propia y sin tele. Sólo pueden entrar familiares de primer y segundo rango. No he entendido esto muy bien, porque hay quien tiene unos padres que son unos hijos de puta y tienen grandes amigos. También los hay que no tienen nada de esto, pero no es el caso que nos ocupa. 

Yo de todas formas tampoco conozco a tanto a Giorgio como para entrar a verlo en la UCI. O sí que lo conozco pero no lo quiero. No de esa forma que hay que querer a alguien como para tener el estómago o la obligación (también necesidad, pero menos) de querer ver a alguien moribundo.

            De todas formas no creo que se vaya a morir. No es la clase de muerte que uno espera de alguien como él. Sí las causas, obvias y evidentes, pero la forma para nada. Él debe morir al aire libre y en un hospital el aire es de todo menos libre. 

La muerte de Giorgio tiene que ser presenciada al menos por 2 personas. Y una de ellas lo conoce lo suficiente como para no olvidar la escena en toda su vida.

            Ya dije en este blog que Giorgio moriría pronto, o por lo menos antes que nadie que yo conozca lo suficiente como para sentarme en banco en su entierro.Él es alguien realmente especial.

            La madre de Giorgio me ha abrazado y luego, o mejor mientras, se ha derrumbado. Te sientes raro y bastante mal cuando alguien al que no conoces demasiado se pone a llorar encima de ti. Te sientes peor cuando no te ves con fuerzas de devolverle el abrazo y te quedas con los brazos tiesos y muertos apuntando al suelo. Dejándola llorar. Y dice cosas poca probabilidad de ser ciertas.

            -Jorge no se merecía esto.
           
            -Jorge era un buen chico.

            -Jorge te quería más que a nadie.

            -Jorge y tú.

            Y algunas más.

            La madre de Giorgio no es una hija de puta como lo deben de ser algunos padres ni tampoco inocente.

            Lo único que le pasa a la madre de Giorgio es que le duele. Le duele desde hace mucho tiempo.Y se inventó tantas cosas para anestesiarse que ahora no tiene forma de soportarlo, porque el golpe más fuerte nunca es un golpe más. Y muera o sobreviva no será el último. Él permanecerá en su memoria, y en todas los recuerdos que ella rememore aparecerá sonriendo y así es imposible que nadie pueda levantar cabeza.

Ella se hundirá.

            De un tiempo a esta parte la vida de algunas de las personas más cercanas a mí se está desmoronando, y no puede dejar de sorprenderme cómo estando yo tan cerca de todas ellas, no es la mía la que cae por el precipicio.

            Y lo veo todo desde la cima de la montaña.

            Y me da vértigo. Por primera vez.

            Y me escuece su vida hasta quemar la mía. 

 He llamado a los demás y les he dicho lo que ha pasado. Nadie lo sabía. Y nadie parece tener la intención de acercarse hasta el hospital, y yo le he prometido a la mujer que mañana nos pasaríamos todos.

La boca me pierde. Dice C que no es la boca, que es la bondad. Y sería bonito y casi emocionante que tuviera razón.


pd. no hay fotos. Tampoco canciones.

pd2. al final quedaron muchas frases fuera. Quedaron esparcidas por la cuneta de la Carretera de Vila-Real. Y pronto el olvido ha dejado la carretera limpia.




2 comentarios:

eli dijo...

Em sap greu, encara que no el conega. Desitjo que tal com ha entrat, isca d'eixe son.

C* dijo...

vaya pobre Giorgio