lunes, 19 de julio de 2010

¿Y si por una vez la razón está de mi parte?


Acabo de venir de Mercadona, no he comprado nada demasiado interesante, a saber: patatas, yogurt azucarado Light, agua, papas sin sal, alitas de pollo, desodorante, lejía y papel higiénico.

            Lo extraño es que estaba medio vacío, he pensado que era el calor y las vacaciones, pero media hora antes he estado en la playa y también estaba vacía. Antes de entrar he visto 3 cucarachas muertas separadas entre ellas por diez metros de distancia. Creo que todo ello son pruebas irrefutables de que el fin del mundo si bien no cerca, no anda demasiado lejos. Pero nadie se da cuenta, C tampoco, no le he dicho nada porque no quiero asustarla, pero ya hace un tiempo que vengo pensando que algo extraño ocurre. Todo empezó con los coches con un faro roto o a medio funcionar. No es uno, ni dos, en una carretera de 5 kilómetros, al menos te encuentras con 4 de ellos. Puede parecer poco, pero en una de 100, ya serían 80 los coches con un solo faro, y no, algo así no es normal. Y no sólo fue eso, también están los adolescentes con mechas y música en el móvil sin auriculares, y Rita Barberá, y el pulpo Paul, y Jose Mourinho y las buenas maneras en el sexo, y los matinales de la 1 de RTVE y la familia Ostos, y un vecino mío que en vez de perro tiene cerdo y más, muchísimas cosas más.



          padre




 hijo





 ¿espíritu santo?



                 No, no quiero asustar a nadie, pero todo se acaba, y no está mal que sea así, al menos ahora y en parte, porque sé entonces que no sólo moriré enamorado sino que lo haré habiendo alguien enamorado de mí, el alguien único, de poder. Y no sólo eso, también dejaré a la Real en primera y siendo campeones del mundo, y sabiendo que Los Planetas se fueron sin entregar un disco por debajo del 8.5, ni Nacho, ni Micah. Y que los que de verdad importan, importaron hasta el final porque no es tanto ya la buena compañía como saber que no elegiste mal. Cuestión de orgullo supongo.

            Sí, se acaba el mundo y lo veo tan claro que cuando vine a contar un hecho aislado que me ocurrió en Mercadona me salió el Apocalipsis.

            Antes el Apocalipsis sólo podía existir en la misma frase donde saliese la palabra amor. Eran joven, aunque tampoco diría inocente, y hasta escribía poemas horribles, fatales, con rima consonante en los versos pares.

            Ahora el Apocalipsis es un bosque en llamas y grietas en la carretera, nieve en las playas y medusas muertas, gente desmembrada y quizá, con un poco de suerte, mi mano en la tuya cuando todo reviente. Ni siquiera hará falta que el resto de nuestros cuerpos esté cerca. Sigo siendo bastante joven, y me esfuerzo en ser inocente del todo. No escribo poemas, pero sí cuentos de amor, de amor del de verdad, por muy mal que me salgan.

            Lo llaman experiencia. Yo lo llamo alegría de vivir. Con dignidad. Con el dejadme en paz por bandera. 



pd. otro dato, en Mercadona, hace al menos 5 meses que no hay ninguna empleada embarazada. Definitivamente, es el final.

7 comentarios:

Z dijo...

no sé si sin querer o queriendo pero yo he visto un poema escondido en el texto, y me ha encantado, aunque eso ha sido después de reírme con la lista de señales del apocalipsis. genial

Alfonso Navarro dijo...

riete riete, pero ve haciendo la lista de las 10 cosas que no has hecho y que quieres hacer antes del día del juicio finakl!"!!!!!


pd. gracias por la parte que me toca, la del sin querer queriendo

anina dijo...

...no sólo moriré enamorado sino que lo haré habiendo alguien enamorado de mí...

aisss q bonito, nunca lo habia pensado asi... aisssss otra vez.

teresina dijo...

tengo los ojos, además de azules, mojaditos, y no es todo pena.

Alfonso Navarro dijo...

me vais a sacar los colores, y yo que pensaba que me iban a tomar todos por un loco de remate con esto que vengo viendo de un tiempo a esta parte

C* dijo...

desde luego, si lo de los faros rotos es una señal inequivoca del fin del mundo, más lo es lo de que no haya mercadoneras embarazadas...
qué mal rollooooo!

y es q Alfonso es un romántico aunque se empeñe en negarlo... jeje

Alfonso Navarro dijo...

lo de los faros es la prueba más grande posible!

tengo miedo!

pd. romántico yo???? tururú!