lunes, 7 de febrero de 2011

El Demente del Café, me quiere Matar

Creo que hay un loco que me sigue y no soy yo.

El viernes estaba en un pub tomando una Coronita con mi amigo Vicente y entró él, vestido con traje gris y corbata roja, y se pidió un café y se lo bebió de un trago y después se largó. Justo antes de salir se volvió hacia mí, me miró, y después salió del todo. Vicente no se dio cuenta. Yo pedí otra cerveza antes de acabar la primera.



(Todo lo que he escrito me ha sucedido o me sucederá, acaba de decir Nacho Vegas en una entrevista. Y a lo mejor es profético, pero en realidad no tiene nada que ver con esto y tan sólo lo he puesto porque no quería olvidarlo.)

Esta mañana ese mismo tipo estaba en la puerta del banco, a las 8 de la mañana. Llevaba otro traje, esta vez negro. Corbata verde moteada en blanco. Apoyado de cara a la pared, se daba cabezazos contra ella. Se ha detenido, me ha vuelto a mirar y después ha seguido a lo suyo.

Esta noche soñaré con él. A lo largo de esta semana volverá a ser carnal. En menos de un mes me atacará con un cuchillo de cocina o tal vez un cutter y sólo encuentro consuelo en la posibilidad de que sea alguien que se leyó mi libro 14 veces y en la treceava se dio cuenta que necesitaba matarme para pasar a la posteridad. La última de las veces lo leyó para decidir el arma.


(Por cierto recuerdo una vez en clase con mi amigo Adrián en que le dije que no tenía huevos a cortarme con el cutter (nosotros decíamos cuttex, vaya usted a saber por qué) y entonces extendí mis dedos y él desplegó la hoja y me rajó a la altura de la segunda falange. Ahora hace 5 años que no nos vemos pero es por otros motivos, seguramente mucho menos importantes que el episodio del cutter, pero así son las cosas. Una piedra inmensa siempre encontramos la forma de rodearla, el canto pequeño se nos clava en la planta de los pies y no hay dios que la pueda sacar)



He dejado órdenes precisas a C para que si el Loco del Café me mata, deje aquí una entrada para decíroslo. Ella ha respondido que dejará un comentario bajo pseudónimo porque virtual o no, es muy triste un entierro al que sólo asiste el muerto y su mujer.


En otro orden de cosas hace un par de semanas me encontré con la cuarta prueba de que el fin del mundo anda cerca. Juanjo Puigcorbé fue entrevistado en La Noria (también podría ser una prueba del Apocalipsis que estuviera un sábado viendo ese programa pero es demasiado personal y yo tan pequeño como para extrapolarla a toda la humanidad) y dijo que si no trabaja es porque hay un boicot contra él. Un complot de tintes nacionales (si llega a decir que es a nivel mundial explota el planeta en ese momento o me exploto yo contra el suelo de mi desierta calle) en su contra por sus ideas reaccionarias (esto es cosecha propia).



Estamos acabados.

Vayan haciendo todo lo que nunca hicieron porque si algo vamos a echar de menos es el tiempo.

Y el único consuelo es no hacernos viejos o ya no poder ser abandonados por quien tanto queremos.

Yo por si acaso ya voy comiendo todos los días arroz a la cubana, porque si el párrafo anterior lo tengo resuelto uno tiene que seguir su lista de preferencias y prioridades una detrás de otra. Aquí el orden importa.

Y ya no ganaremos en el Bernabeu nunca más.

Y Juanjo Puigcorbé en la cola del INEM sonreirá mientras los edificios se derruyen y las flores se secan.

Porque no importa tanto que todo arda si uno es la mecha.



Pd. Para no olvidarnos.

Pruebas irrefutables del Fin del Mundo:

1.      Coches con un faro roto (ayer en un trayecto de 5,8 kms me crucé con 7.

2.      Cucarachas rojas muertas por las calles boca arriba.

3.      La teta que vi dejarse mamar, tan grande que dejó de ser algo personal.

4.      Juanjo Puigcorbe.

3 comentarios:

Fedra dijo...

bufff....qué mal cuerpo se me ha quedado!!!
Aunque bien pensado....el tipo de la corbata lo mismo piensa que eres tú quién le observa y también esta flipando...

Alfonso Navarro dijo...

me estás diciendo que acabe con él?

Fedra dijo...

jajaaja no, pero... sería divertido hacer que se lo creyera por un momento no? Seguro que empezaría a preciar mas su vida y a disfrutarla. Fítate...igual le haces hasta un favor! jejeje
(otra prueba irrefutable del fin del mundo)