miércoles, 9 de febrero de 2011

Tercera entrega de: Piernicorto y Gargancillo.

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Perniciosa Deltodo, tan bruja como bella y ahora criminal, hurdió un plan que no le salió bien, como cualquier ser humano, medio alma, medio animal, tiró por el camino más corto y se puso a matar.



Season 6. Piernicorto ante los problemas siempre corta por lo (in)sano.


Casi acaba el año, hay nieve sobre las aceras y el asfalto está húmedo y con algunas placas de hielo. Paco Venéreo pasea con Piernicorto y Gargancillo, él por la acera más hacia el norte, ellos por la acera de más hacia el sur. La acera por la que avanza Paco está tan al norte que, de mirar hacia abajo, se podía sentir vértigo. A Gargancillo le gusta cuando Piernicorto camina y cruza sus manos justo donde termina su espalda, le hace parecer interesante, alguien con porte y de decisiones firmes y elocuentes. A veces se lo imagina con una bufanda de lino y una gran pipa de madera humeando en su boca. Gargancillo piensa entonces que su amigo podría haber sido un gran escritor. Piernicorto, a su vez, aprovecha la posición de sus manos para rascarse el culo con cierto disimulo. Tiene algo ahí, pero teme a la medicina y las verdades que duelen. Paco Venéreo, ajeno a todo esto, se lamenta de que después de tanto tiempo ni siquiera ha podido coger de la mano a su novia, la chica más bonita de la ciudad. Desesperado, ¡¡¡¡Oh Dios Mío ayúdame!!!!!, llega a gritar mirando al cielo. Sin soluciones a la vista, siempre cansada y con legañas de considerable grosor, les pide soluciones. Ellos sugieren: ¡Neopreno! ¡Látex! ¡Film transparente! ¡Papel de aluminio! Él responde: No, no, no y no. ¡Castración! Grita Piernicorto entonces. Todos se estremecen, un rayo parte el cielo en dos. Y la imagen que se dibuja en sus cabezas es de extrema dureza, pero no deja de tener gracia el gesto simulando unas tijeras que hace con los dedos. El sadismo de su rostro también. Los tres comienzan a reír de forma disimulada. Rompen en carcajada cuando Piernicorto resbala con una placa de hielo y cae de espaldas al suelo. La felicidad en invierno, por inesperada, siempre sabe mejor.



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Nuestros dicharacheros amigos cruzaban el invierno como un reactor nuclea desgarra el cielo, Paco Venéreo, pegajoso y contaminador como él solo, buscaba consuelo y trataba de encontrar la respuesta que le permitiera conjugar amor y deseo, alma, carne y jugos varios. Pero en el fondo, con tocar un pecho se conformaba. En otro orden de cosas Perniciosa Deltodo mataba cada lunes, cronológicamente, a todos y cada uno de sus amantes, Piernicorto sabía que si el cartero moría, él sería el siguiente.


Season 7. Sólo viento.


Es lunes, el correo no llegó. En la oscuridad de la noche, Piernicorto escucha la risa malévola de Perniciosa Deltuto entrar por su ventana. Cruza la noche, atraviesa nubes, desgarra valles y montañas. Hay fuego en el ambiente y él ni aprendió a arder ni mucho menos a apagarse. Tiembla. Se asusta. Tirita, y el traquetear de sus dientes balbucea en código Morse: Qué puta es el miedo. Los ojos abiertos como lunas. Dos faroles entre el negro más absoluto. Dos planetas bajo sus cejas, las ojeras del desvelo serán mañana el anillo de Saturno. ¡¡¡Estremecimiento!!! Muajajjajaj se escucha desde el castillo. Y cuando la banda sonora de la noche es esa risa, a la mañana siguiente un cuerpo amanece frío y tieso como madera seca. Gargancillo se da la vuelta. “Tranquilo Piernicorto, podría ser peor”. “¿Cómo?" Responde el hombre de las Piernas como grapas. Gargancillo duda, piensa y al final responde: “Podríamos tener gases”. A Piernicorto no le mengua el miedo, ni siente alivio, pero al menos, al calor de los brazos de su amigo intenta dormir. Minutos después suena un potente pedo. Un rato de silencio, luego el hedor, luego la voz del más alto de los dos: “Yo no he sido”.




An Next Wednesday...

Piernicorto bordea la muerte en la mezcla doliente de alcohol y cloro, sólo lo que nunca se sabrá le dará una oportunidad de salvarse. Además conoceremos a Juan Turia, el hombre que aún sin gato acabó llamándose Gargamel, hay tanto que contar, que elegiremos un pasaje al azar.




pd. ésta es la escena principal de la pesadilla que Paco Venéro tuvo aquella fría noche de invierno:

2 comentarios:

Fedra dijo...

bufff.....yo creo que nuestros dos queridos amigos (P y G)están enamorados el uno del otro pero todavía no lo saben. Vamos!...esa impresión me da a mi al menos.

Alfonso Navarro dijo...

pues no lo sé,
releyendo me doy cuenta que quizá tengas parte de razón, aunque no entera