jueves, 12 de mayo de 2011

ANTICLÓN: Pequeña Edad de Hielo


Definitivamente no sé caminar por la calle sin escuchar las conversaciones de los demás. Hasta hace poco yo era esa clase de persona que camina rápido como si tuviera tanta prisa por llegar como ansias de escapar del punto de partida.

Hacerse preguntas es de sabios:

¿quién corre más? ¿el que huye de la muerte o el que busca la vida?
¿es peor perder una liga o bajar a segunda?
Sólo hay una respuesta: GORRA ERREALA.

Saber dejar de hacerse preguntas es de listos.


            A lo que iba, el caso es que ahora mi paso es oscilante y lo ralentizo cuando hay algo interesante que escuchar y acelero cuando sólo hay silencio.

            Hoy pillé dos al vuelo:

1)      Eran un niño y una niña, ella le ha dicho que tenía el estómago vacío, él le ha respondido que ha comido Coca Cola y galletas… un rato de silencio y después: de chocolate. Me gusta el amor en la infancia, cuando llega tan pronto y no hubo uno antes que nos impida ir a ciegas, con la cara por delante para darnos bien fuerte en la cara. Y en ese impulso hasta el golpe no poder ser más feliz. He estado a punto de soplarle al niño al oído: chaval, dile que has comido coca cola, galletas y a ti. Pero las escuchas ilegales ya me parecen suficientemente graves como para ampliar condena con la intromisión en la libertad de expresión.





2)      Eran dos mujeres, una de unos 70 años y la otra era su hija. La madre ha dicho: "lo intentó pero se quedó a las puertas y lo dejó caer todo en el pasillo". Una frase sin más, pero entonces la hija ha dicho: "¿a qué puertas?" Y la madre ha respondido: "¿a cuáles va a ser? a las del cuarto de baño". Pobre papá, ha dicho, y ya no he escuchado nada más. Me gusta el amor entre ancianos, cuando se sostiene tan tarde y después de haberte partido tantas veces la cara por ir a ciegas siempre a pesar de saber que en la mayoría de los casos nos aguarda el dolor.




En realidad alcancé a escuchar una tercera pero se me ha olvidado. C me regaló una Moleskine pero me da mucha vergüenza llevarla por la calle y apuntarlo todo, porque ¿qué sería lo siguiente, fumar en pipa y llevar gafas de concha aunque no las necesite?. Me da casi tanta vergüenza como lo de la guitarra, así que sigo confiando en mi memoria y ésta me sigue fallando.

Hablando de guitarras, tengo un vecino que se pasa el día tocándola, hoy ha estado toda la tarde tocando la misma canción, no tiene demasiada buena voz pero le pone sentimiento, como uno de esos jugadores que no tienen una habilidad exagerada pero que son los favoritos de la afición. Esto es lo que he conseguido entender de la letra:




Hoy voy a terminar por contar algunas cosas
De las que pasaron, estando a tu lado.

Compartimos tiempo con el motor del autobús
Pero también con un gobierno que fabricaba muertos
 

Que aparezcas sonriendo en cada uno de mis recuerdos
Es de peor educación que reírte en  un entierro

Y no puedo entender como al verme perder los nervios
Creyeras que te hacía mejor guardar días de silencio

 
Sé que dios me dijo que hay cosas que un hombre,
Por triste que sea,  jamás confiesa.

Pero no es menos cierto lo que dijo mi abuelo
Que un hombre solo, mejora cuando ha muerto.

 
Dime entonces todo lo alto que tengo que gritarlo
Para que yéndote tan lejos pueda al menos hacerte daño.

Y si lo consigo dime entonces que es peor
Si mi muerte lenta o tu pequeño escozor.
 

Al infierno tú vendrás
Y de frío lo llenarás,
Me voy a abrigar
La fiebre está al llegar…


No es justo callarme algunos buenos detalles
Pero es que fueron pocos y llegaron tarde

Me cuesta creer que entre gente insignificante
Se abrieran brechas grandes como gigantes.

 
Como un océano, son tus ojos, encerrado en un plato hondo
Y ya en la piscina si no toco suelo me entra siempre mucho miedo.

Y  voy a aprovechar ahora que ya no estás
Para impedirme el privilegio de culparte  todo el tiempo.


 
Hoy apagaste el sol.
Y te pusiste tú en el cielo
Quizá exagero por amor
Pero se espera el deshielo


            A falta del título que él le habrá dado, yo he decidido llamarla Pequeña edad de hielo, porque Würm otra vez me ha parecido demasiado pretencioso.


            Hoy es jueves, mañana comienza de nuevo la vida.

0 comentarios: