Hoy es el estreno mundial de la serie Piernicorto Y Gargancillo....
de regalo, 3 capítulos.
Season 1. La perpendicularidad en sus miradas
Gargancillo es alto y delgado como una cerilla en un burdel. Piernicorto es bajito y rechoncho como un taburete en una guardería. Y justo en el centro, el equilibrio. La pareja perfecta. Eso piensa Gargancillo mientras observa a Piernicorto, el cuál está en pijama y absorto frente a la tele, donde echan un Reality Show de cantantes y bailarinas, o tal vez de jóvenes socialmente inadaptados. Sus piernecitas colgaban del sofá, como trenzas de una niña de prescolar.
Previously on Piernicorto y Gargancillo... Piernicorto nos mostró su querencia por la más cruda y abominable realidad, a su vez, Gargancillo, trató de ocultarnos su nostalgia de que otra vida podía ser mejor, y la tenía tan cerca y tan lejos a la vez que, aun con sus largos brazos, temía no alcanzarla nunca.
Season 2. Todo se pega menos la hermosura
Previously on Piernicorto y Gargancillo... nuestros amigos recibieron la visita programada, ésas son las órdenes, de su amigo Paco Venéreo, éste pasea por el mundo su belleza infinita a la vez que el contagio alarmante de toda enfermedad aún por dar nombre, se dice que ya hay al menos 15 que llevan su nombre y después, un número cardinal.
Season 3.Y si hay un fuego, aprenderé a arder
Gargancillo, como buen obsesivo compulsivo que es, entró en el mundo de la papiroflexia como quien se echa al caballo después de haberlo probado una sola vez y la soledad de su vida es la suficiente. Así que empezó por las pajaritas y al poco ya hacía muebles de papel con los que vistió su casa, luego hizo ropa, botellas y hasta la comida, en un mes todo en su casa eran periódicos a medio cortar. Un día fabricó un Piernicorto y un Gargancillo de papel con las hojas color salmón de El País. Le gustaba verse moreno como un cubano natal. Especialmente el cuerpo de Piernicorto lo hizo fuerte y musculoso, tanto que, sin ningún tipo de vergüenza ni rubor, se adueñó de la casa y los echó sin compasión. Así que ahora los dos buscan un lugar donde vivir, preguntan tan sólo por áticos, porque Piernicorto teme a los mosquitos de vuelo raso y a las llamadas inesperadas de carteros, repartidores de propaganda del Lidl y gente de memoria frágil.
and next Wednesday....
4 comentarios:
odio a los carteros que siempre llaman al primero!
como habitante de primeros durante 20 años de mi vida, respaldo tu postura, y la de piernicorto
Ya sabía yo que el salmon del periodico serviría para algo, es más, que "El pais" entero serviría para algo.
Yo por lo general no odio al cartero, ni vivir en un primero, odio a mis insoportables vecinos y su necesidad de saber como me va.... Y a que me dedico..
alguna isla barata habrá
tiene que haberla
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